Pages

26 junio, 2011

DESCONFIANZA QUE GENERAN LOS LUSTRABOTAS EN CHICLAYO

Sin bien es cierto el Chiclayo de hoy es muy diferente al de hace años. En antaño sus calles eran tranquilas, hombres y mujeres caminaban  sin alguna preocupación de que alguien les arrebatara sus pertenecías.
Recordar hombres de aquellos tiempos que se sentaban para que rápidamente los trabajadores de calzado que criollamente se les llama “los lustrabotas” les diera una manita de gato como decían muchos. Ellos que se ganaron la confianza y posiblemente algún cariño por dejar deslumbrantes esos zapatos que vestían muchos pies.
Hoy en día nuestra ciudad de la amistad, ha dado un cambio radical. Mayormente son los jóvenes los que se dedican a limpiar zapatos pero la gente les teme, ya que podrían ser golpeados por estos muchachos que buscan dinero fácil.
La pregunta es: ¿lustrabotas, trabajadores o integrantes de una banda de estafadores y delincuentes?
Está profesión con el paso del tiempo se ha vuelto una nueva modalidad para robar a turistas, ancianos y a cualquier persona que se le presente en el camino.
En la avenida Balta, se concentran muchos jóvenes con cajones ofreciéndote su trabajo. Algunos que forman parte de la asociación y otros del sindicato. Es por ello que cada día la tugurización es más grande. Se necesita una reubicación ya que el municipio los ha dejado de lado.
Mayormente estos jóvenes se encuentran en las afueras de las agencias de viajes, en el parque principal o en toda la avenida Balta a la espera de algún ingenuo que pague la más alta cantidad por una lustrada de zapatos.
Aun los chiclayanos necesitamos de una lustrada, pero la mala imagen que quedó impregnada no se borra del todo. Esperamos que esto cambie pronto, ya que no todos los lustrabotas son muchachos que delinquen. Es un trabajo como cualquiera.




                                                                                                   Cecilia Lupuche Huamán