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13 julio, 2011

LA ESPERANZA NUNCA SE PERDIÓ

Han pasado más de 143 años que la Cruz de Chalpón fue descubierta y desde entonces se ha convertido en una de  las  imágenesmás representativas del norte del Perú, donde cientos de fieles de diferentes partes del país y del mundo, año a año llegan hasta la sagrada gruta donde descansa la cruz para hacerle llegar sus plegarias y venerar al santo madero.
 
Sin embargo, esta  valiosa reliquia  desde sus inicios no ha contado las medidas de seguridad necesarias para  protegerla,  ya que no es la primera vez que sufre de robos.

La madrugada del martes 5 de julio, el religioso pueblo de Motupe sufrió una pérdida incalculable, la santa imagen había sido robada. Fueron los vigilantes de la gruta Julián Purihuamán Ayala (52) y Benicio Díaz Coronel (55) los que avisaron al párroco de la iglesia de San Julián, Germán Mesta Vera. De inmediato la noticia transcendió en el pueblo, siendo los moradores los que guiados por su infinita fe, comenzaron a buscarla, agrupándose en cuadrillas para encontrar a la santísima imagen.
Marlene Mariños, titular de la Fiscalía Penal de Motupe, sostuvo que este acto ilícito perpetrado será tipificado como hurto agravado, y por ello solicitará una pena de ochos años a los  responsables del robo sacrílego, ampliándose el tiempo de las investigaciones por siete días más.
Purihuamán Ayala y Díaz Coronel fueron detenidos y derivados hasta la Divincri donde vienen siendo interrogados intensamente. No obstante Díaz Coronel quien lleva trabajando como vigilante más de año y medio, tenía antecedentes penales por homicidio. 

Sin embargo las investigaciones señalan que los 5 candados que protegían a la cruz no fueron violentados, sino más bien abiertos de manera natural; lo más extraño es que las llaves originales que abren esos candados, están en manos solo de los representantes de la hermandad, es por ello que no se descarta la posibilidad de que algunos de los integrantes estén involucrados en el robo. 

El alma volvió al pueblo de Motupe cuando luego de 24 horas de angustia, la cruz fue hallada en las inmediaciones del sector Cementerio Nuevo, a pocos metros de Zapote, lo más penoso es que fue seccionada en cinco partes, acto que conmocionó e indignó a todos los devotos, por atentar contra su fe.

La cruz fue recibida en medio de aplausos, cánticos por cientos de motupanos que agradecieron a Dios por habérsela devuelto, es desde ese día que permanece en la iglesia San Julián, donde sigue siendo venerada por los feligreses. Además como acto de fe se construirá una  capilla en el lugar donde fue encontrada.

Ocurrido el hecho la ayuda llegó de inmediato. La presidencia del Consejo de Ministros aportó un monto de 20 mil nuevos soles, asimismo el apoyo de diferentes alcaldes y la de un grupo de especialistas  que se han ofrecido restaurar a la santa imagen, a fin de que este lista antes del 5 de agosto, día central de su festividad.

                                    



 Por Shirley Diaz Mogollon